jueves, 10 de junio de 2010

MITOLOGÍA GUARANÍ

Introducción.
Antes de pasar a conocer nuestros mitos vamos a ver la interpretación y significado que tiene el mito en todas las culturas, ya que este existe desde que el hombre empezó a trasmitir sus conocimientos, en todas las culturas existen mitos, leyendas, parábolas, y cuentos. Y muchos Maestros se valieron de ellos para dejar sus enseñanzas.
La definición de Mito: relato tradicional de acontecimientos prodigiosos, protagonizados por seres sobrenaturales o extraordinarios, tales como dioses, semidioses, héroes o monstruos.
Para Platón El mito es una puerta que separa o enlaza el Mundo Sensible del Mundo de las Ideas, es una forma de comunicación con ese Mundo inaccesible aun para el hombre en toda su magnificente grandeza.
Podríamos decir que el Mito no es una verdad, pero representa una verdad, cuando la razón humana no puede llegar a comprender algo, aparece el mito para recordarnos aquellos valores atemporales. Vemos que el sentido platónico del Mito se aproxima mucho a un carácter paradigmático, es decir, como modelo arquetípico de una realidad.
El Mito es un camino en dirección a lo inaccesible.
Jean Brun afirma en su libro Platón y la Academia: «El Mito es el medio por el cual lo intemporal se torna narración en la boca de los hombres y lo Uno viene a ubicarse en los límites del discurso. Por este recurso lo invisible deviene inteligible para el hombre y, si no perfectamente visible, por lo menos perceptible. Gracias al Mito, lo inefable puede relatarse y lo incomunicable se comunica». Finalmente, diremos en este punto, con Jorge Ángel Livraga, que «el Mito tiene varias propiedades. Donde la razón no llega, el Mito sí; está más cerca de la intuición que de la razón. El Mito nos habla de una verdad en lenguaje simbólico, y ese lenguaje presenta notables ventajas; es suficientemente rico, amplio y plástico como para que dentro de ese simbolismo cada cual capte lo que pueda asimilar. Ante el Mito nadie se queda 'en blanco', mientras que ante una explicación racional sí».
Ahora empecemos con la mitología guaraní, las creencias del pueblo guaraní que habitó la región centro-sur de Sudamérica.
Los principales figuras místicas-religiosas de los Guaraníes.
* Ñanderuvusú, o Tenondeté ("Nuestro Padre Grande"): Cuenta la tradición que nada existió antes que Él y es el causante de todo lo que llegó a ser o existir, es espíritu puro, sin forma, sólo perceptible por sus atributos, que anima e impregna todo el universo. El dios guaraní es inexorable, nada desvía sus designios, su voluntad es imposible cambiar resultando ineficaz toda compenetración. Algo característico es que no existe plegaria o ruego al dios guaraní, el guaraní no intenta pedir nada a dios, porque es inútil, los guaraníes no oran, viven según las reglas del “Gran Padre”, de la Madre Naturaleza..
* Tupá (con acento nasal): Actualmente conocemos a Dios como Tupá, pero esto recién sucede desde la venida de los misioneros, “Tupá es la forma divina más próxima al hombre que guarda en efecto correspondencia con Jesús, para los guaranies Tupá es el hijo menor de Ñadevurusú. Podriamos poner como referencia la tradición Egipcia con Osiris (Ñadevurusú) y Horus (Tupá).
* Kuarahy (el sol): Es la morada de Tupá (?) (o de Ñandevurusú?), el sol es foco de luz, origen del mundo, lo que dá vida y mantiene la vida.
* Arasý (madre del cielo): Contrajo nupcias con Tupá, la consagra madre del cielo y le fija por morada la luna (jasý). La luna, a la que se considera madre de la raza, y que por ello conserva un sentido sexual perfectamente determinado (mujer, fuente fecunda, etc.).
El Génesis de los guaraníes:
Tupã descendió a la tierra en un lugar descrito como un monte en la región de Areguá (Paraguay). Desde este sitio creo todo sobre la tierra, incluyendo el océano, la flora y los animales. También colocó las estrellas en el firmamento.
Luego Tupã (o Ñanderuvusú) creó a la humanidad en una mística ceremonia en la que formó estatuillas de arcilla representado al hombre y a la mujer. Luego de soplar la vida en estas formas humanas, los dejó con los espíritus del bien (Angatupyry) y del mal (Taú) y partió.
Los humanos creados por Tupa se llamaban Rupavẽ y Sypavẽ, nombres que significan "Padre de los puebos" y "Madre de los pueblos, respectivamente. La pareja tuvo tres hijos y un gran número de hijas.
* El primer hijo fue Tumé Arandú, considerado el más sabio de los hombres y el gran profeta del pueblo guaraní.
* El segundo hijo fue Marangatú, un líder generoso y benevolente, padre de Kerana (Diosa mimada del sueño, madre de los siete monstruos legendarios del pueblo guaraní).
* El tercer hijo fue Japeusá, que desde su nacimiento fue considerado un mentiroso, un ladrón y un tramposo. Siempre intentando engañar a la gente y sacar el máximo provecho de ellos. Eventualmente, éste cometió suicido ahogándose, pero fue resucitado en forma de cangrejo. Desde entonces, todos los cangrejos fueron maldecidos teniendo que caminar hacia atrás como Yapeusá.
* Entre las hijas de se destaca Porãsý (madre o Diosa de la hermosura) de gran fuerza física, por sacrificar su propia vida para librar al mundo de uno de los siete monstruos legendarios.
* Otra de las hijas: Guarasyáva (gran nadadora) casose con el atlante karivé, apodado Paraguá (hombre del mar, marítimo). Son los padres de la raza guaraní
* Tupinambá: casose con Mba’é horý, apodado Amarasó. Son los padres de la raza Tupí.
* Yraséma (murmullo de las aguas): de voz melodiosa que hechizaba y tocaba maravillosamente el mbaraká (el porongo con piedrecillas), es la Diosa de la música y del canto. Murió joven y Virgen envenenada por su hermano Japeusá. Fue la primera muerte que presenció la tribu.
Sobre la creación de los 7 mitos guaraníes.
Taú (el espíritu maligno) se enamora de Keraná, para ello se transforma en apuesto joven y quiso raptarla, pero intervino Angatupyrý (espíritu del bien) para defenderla; lucharon 7 días con sus 7 noches, y venció Taú auxiliado por Pytajovái (llevaba en sus entrañas el fuego de la destrucción) considerado Dios del valor y de la Guerra.
Taú rapta a Kerana; Arasý lo maldice, y procrean 7 hijos sietemesinos monstruosos. Es el origen de los 7 mitos Guaraníes que conocemos, por orden de nacimiento, son:
* Tejú Jaguá: Gran lagarto (o dragón) con siete cabezas de perro (o jaguar), cada una tiene un color del arco iris, de escamas relampagueantes que parecían oro, su súbito fulgor dejaba ciego a quien llegara a mirarlo; dios o espíritu de las cavernas y las frutas.
Se alimentaba de frutas doradas, que arrastraba un arroyo, poseía un pico mágico por donde manaba una miel dulcísima de Sabor del cielo, la cual estaba considerada como ambrosia divina, habitaba en un edén resplandeciente a orillas del lago Yaguarú (Hoy Yaguarón)
En comparación con otras culturas podríamos relacionarlo con la serpiente Ladón, que vigilaba las manzanas de oro del jardín de las Hespérides.
* Mbói Tu'i: (enorme serpiente con pico de loro)sus dominios eran los grandes esteros; deidad de los cursos de agua, humedad, las criaturas acuáticas y las flores.
* Moñái: ( enorme serpiente, posee dos cuernos rectos e iridiscentes que funcionan como antenas) dios de los campos abiertos. Sube a los árboles con gran facilidad y se descuelga de ellos para cazar a las aves con las que se alimenta, a quienes domina con el hipnótico poder de sus antenas. Es por ello que también se dice que es el señor del aire. Moñái protege el robo y lo fomenta. Ladrones y sinvergüenzas aún hoy lo invocan en sus fechorías. Fue derrotado por el sacrificio de Porâsý.
* Yasy Yateré: deidad de la siesta, único de los siete en no aparecer como un monstruo, niño de dorados cabellos y piel muy blanca, pero el niño ha nacido con un bastón áureo en su mano derecha. Una leve presión sobre su varita mágica y el niño, al que llaman Jasy Jateré, desaparece volviéndose invisible. El niño horroriza a su madre desapareciendo y apareciendo en lugares increíbles.
* Kurupí: Hombre de piel oscura, en el cabello de alambre y la boca grande, tiene un enorme y largo miembro viril que lleva enrollado a la cintura, camina con los pies al revés. Dios de la sexualidad y la fertilidad.
* Ahó- Ahó: es un monstruo cuadrúpedo pero cuando ataca se para en dos patas. Sus poderosísimas garras y su cabeza feroz nos recuerdan a un oso, pero su cuerpo es como el de una oveja y bajo esa apariencia logra que las gentes se acerquen sin temor, era caníbal y para salvarse de esta bestia debían treparse a una palmera de Pindó. Se reproducía por sí solo y por ello andaban en manada.
Los guaraníes lo llamaron Ahó-Ahó porque su pelaje era perecido a un poncho o manta que usaban los indios; Ahó significa ropa, y Ahó-Ahó, mucha ropa. Deidad de los montes y las montañas.
Algunos autores sostienen que podría tratarse del oso americano,
* El séptimo y último hijo, Luisón: Su cabeza, semejante a la de un perro, deja ver una larga hilera de filosos dientes de diferentes tamaños. Sus orejas son pequeñas
e impuestas en la parte superior del gran cráneo. Dios de la muerte y todo lo relacionado con ella, habitaba en los cementerios y salía de noche.
Cuenta la tradición que a los 7 años de edad los fenómenos alcanzan su apogeo, haciendo toda la barbarie posible.
El mal, propagado por el triunfo de Tau, impera en las tierras que Tupã bendijo aquel día primero. Ahora los hombres se arman, se matan, prefieren el vandalismo a la bondad. La semilla del mal está instalada en toda la tribu.
Es en este momento de confusión y furia es cuando la calma y sabiduría de Tume Arandu aparecen para decir basta. El se reúne con los más sabios de la tribu y comparte con ellos sus planes para acabar con los siete hermanos, les dice: haremos retroceder a la maldad que tiende su manto sobre todos nosotros.”
Tume Arandu siente dolor, porque sabe que para lograr el plan, una de sus hermanas debe arriesgar su vida por el bien de la tribu.
Porasý, la hermana mayor de Tumé se ofreció para sacrificarse por todos y fue instruida en el plan a aplicar, su respuesta fue:
“Yo iré a matarlo –dice, poniéndose de pie Porãsy– Engañaré a Moñái y escaparé de sus fauces sin un sólo rasguño, pero si Tupã desea el sacrificio, allí estaré para morir por mi pueblo”
El plan siguió así:
Porasý se presenta en la cueva de Moñái, y le confiesa su amor, y desplegando sus artes consiguió que este reuniese a todos sus hermanos en una gran fiesta de casamiento entre la bella Porasý y Moñái.
Como Tejú jaguá, no podía salir de la Yaguaron por su deformidad, Moñái le propone celebrar el casamiento en la gruta donde vivía su hermano. Así pasan 7 días y llega el día del casamiento, están los siete hermanos: Kurupi, Jasy Jatere, Moñái, Teju Jagua, Mbói Tui, Luisõ y Ao Ao. La postal es terrorífica pero todos están extrañamente alegres. Corre la chicha y beben los monstruos monstruosamente.
Tume Arandu y los suyos rodean el cerro en silencio. La trampa se prepara y el fin está cerca.
Momento culminante: Porãsy cree llegado el momento e intenta escapar: Alcanza la puerta y está a punto de salir.
Desde afuera Tume Arandu y los suyos arriman la gran piedra que cubrirá la entrada. Moñái descubre el movimiento y, como un rayo, saliendo de la penumbra envuelve con su cuerpo de serpiente el frágil cuerpo de Porãsy estirandola de nuevo al fondo de la caverna. Sus fauces abiertas desmedidamente para lanzar un grito aterrador: “¡Traición!”. El grito de la furia de Moñái. El grito desesperado de Porãsy: “¡Cierren la gruta, ya no puedo salvarme!”. La tribu clausura la entrada y el fuego exterminador comienza a alzarse en el cerro.
El fin de la vida de los siete hermanos en la tribu había acabado, incluso la vida de la hermosa y valiente Porãsy, la montaña ardió siete días y siete noches, cuenta la tradición que los hermanos fueron al cielo convertidos en siete pequeñas estrellas que hoy conocemos como la constelación de Las Pléyades o Las Siete Cabrillas (Eichú).
Ahora reina la Paz y la alegría en la tribu, aunque todos lloran la muerte de Porãsy. Lloran los montes, los pájaros, la selva, los ríos, sus hermanas, sus hermanos, sus antiguos pretendientes. Desde entonces Tupá destino al alma de la pequeña Porasý a ser la Aurora de cada amanecer de la historia, es la estrella matutina Venus (Mbyjá-ko’e)
Poema a Porasý (extraído del Libro I “Génesis” de Eduardo Montesino)
La naturaleza se expresa gozosa
cuando tu apareces, estrellita hermosa.
Blanca flor del alba, tan buena tú fuiste
que al querer salvarnos quemada moriste.
Hija de Arasy, perlita del cielo,
tu fresco rocío llega desde el cielo.
Lágrimas de niebla cargadas de esencias,
las flores se abren ante tu presencia.
Oh bella estrellita, cuando asoma el día
al mirar tu brillo nos das alegría.
De tu viaje eterno hallamos consuelo
al saber que eres mimada del cielo.
Y si las heladas blanquean los campos
tu luz refulgente tornase un encanto.
Tú eres del cielo la estrella encantada,
has nacido hermosa y eres venerada.
Muy poco duró la paz en la tribu, pues Taú juró venganza.
Entretanto Kerana, la madre de los siete fenómenos, no había parado de llorar, Llora hasta que la fuente de sus lágrimas se agota y al fin, desfalleciente, se deja caer sobre sí misma dando un último suspiro.
Kerana ha muerto y en el sitio de su muerte un pequeñísimo surgente deja correr un hilo de agua para toda la eternidad. (Narciso R. Colmán refiere que en la cumbre del Cerro Jaguaru existe un surgente muy pequeño que filtra un hilo de agua que evoca las dolientes lágrimas de Kerana)
Taú volvió a sembrar la discordia entre los hombres, propagó un gran incendio prometiendo destruir la creación, que consumió la mitad de la región, y muchos guaraníes murieron.
La furia de Tupá fue tan grande que trasmitió a Tume por medio del mensajero gua’a (papagayo), que pondría fin a todos los males castigando a la humanidad con un Yporú (diluvio), y que construya un gran bote hecho de un solo tronco (ygarusú)
Tupá llamó a Tupá Amaru (padre o Dios de las lluvias, que habitaba el fondo de los mares), y le ordenó que dejé caer una fuerte y larga lluvia para que provocara el Yporú, así se produjo el diluvio universal.
En el Ygarusú solo se salvaron Tume, sus hermanas y el gua’a, después de largos días de abundante agua, la lluvia cesó y comenzaron a bajar las aguas.
Llegaron hasta la cima de un monte que era lo poco verde que se veía. Los poquísimos pájaros y animales que en las cimas de los montes lograron salvarse del diluvio ahora aparecen saludando con sus cantos y sonidos al hombre sabio y a sus dos hermosas hermanas. En este lugar se encuentran con dos atractivos y fuertes hombres, eran dos hermanos que simpatizaron con las hermanas de Tumé.
Ma’e –hory (mirada risueña), apodado Amarasó era el mayor, y se casó Tupinambá ellos llevados por el amor fueron a tierras del Brasil a instalar su hogar en la rivera de un gran río Amarasojá (luego el Amazonas) y fue la madre de los Tupí. El menor Karaivé, apodado Paraguá (marítimo), se casó con Guarasyáva y se instalaron en la rivera de otro gran río: El Paragua’ý, fueron los padres de la raza Guaraní.
Una vez más, como en todas y muchísimas historias y tradiciones, el bien y el mal están presentes y se enfrentan, como símbolos de mejoramiento, de armonía. Luchar contra el mal, armarse de valor, luchar contra los miedos, contra los defectos; y también está presente esa Fuerza de la Unión para fortalecer el bien, la valentía sumida en sacrificio por el ideal de un lugar nuevo y mejor, de un hombre nuevo y mejor se ve forjada en nuestra historia guaraní.
Una vez más está presente la idea, la intuición de ese Ser superior llamémoslo Dios, Tupá, Ñandevurusú, esa esencia que hizo todas las cosas, que está en todas las cosas; en cada ser vivo, en cada planta, en cada roca, en cada pedazo de esta tierra guaraní, que nuestros ancestros lo concebían perfectamente.
Somos descendientes de una Gran raza, tenemos una hermosa cultura, y podemos construir un Paraguay Nuevo y Mejor!.... basta con alzar la mirada cada amanecer y ver a Porasý guiando nuestros pasos.
Bibliografía:
Libro: Folklore del Paraguay, Dionisio M. Gonzalez Torres; Asunción , Paraguay 1996
Libro: Folklore del Paraguay, Paulo de Carvalho Neto; 1996, Editorial El Lector
Libro: Mitología Guaraní , Libro I, Eduardo Montesino
Página: www.bioetica.org
Enciclopedia www.wikipedia.es